Add parallel Print Page Options

Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados. Por eso, cuando Cristo[a] vino al mundo, le dijo a Dios:

«No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado.
    Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.
No te agradaron las ofrendas quemadas
    ni otras ofrendas por el pecado.

Read full chapter

Footnotes

  1. 10:5 En griego él; también en 10:8.

Bible Gateway Recommends